Los tubos peristálticos se instalan en una bomba peristáltica: allí, el rotor con una serie de rodillos o zapatas comprime el tubo y obliga a las sustancias líquidas o semilíquidas a moverse. La tubería de la bomba peristáltica está hecha de caucho extremadamente flexible, resistente a la compresión, fricción y con un nivel adecuado de resistencia química.